¿Por qué deseas iniciar tu propia empresa? Quizás tu familia necesite ingresos adicionales o no te sientes satisfecho con tu trabajo actual y deseas trabajar para ti mismo. Ya sea que se trate de necesidad o deseo, antes de iniciar una nueva empresa debes evaluar tus habilidades, experiencia y el nivel de riesgo que deseas asumir. Esto también se aplica a las personas que pueden sentirse obligadas a hacerse cargo de una empresa familiar.
Según la Oficina de Estadísticas Laborales de los EE. UU., solo la mitad de las pequeñas empresas sobreviven más de cinco años. Como uno podría esperar, después de los primeros relativamente complicados años, los negocios tienden a volverse más exitosos y las tasas de sobrevivencia mejoran. Estas estadísticas reflejan la realidad a lo largo de distintas industrias, incluyendo, fabricación, comercio minorista, servicio de alimentos, hotelería y construcción.
Como un potencial propietario de negocio, tienes que familiarizarte con lo que debes esperar. Y recuerda, que sin importar la etapa, es importante que hagas un balance del rendimiento de tu compañía y lleves a cabo todo lo que está a tu alcance para seguir siendo competitivo y exitoso. Cada etapa aporta nuevos desafíos que los propietarios deben abordar a fin de proteger su empresa y nuevas oportunidades de crecimiento y mejora.
Arranque
Antes de que inicies un negocio, debes ser realista acerca de cuánto dinero necesitarás para empezar a funcionar. Los costos de inicio pueden incluir inventario, espacio de oficina, equipo, costos de impuestos anticipados y nómina de empleados. Estar apasionado por algo, ser propietario de un restaurante, un salón de belleza, una compañía de servicio técnico construcción, no es suficiente por sí mismo para garantizar el éxito. El periodo de tiempo que toma iniciar una empresa suele depender del tipo de empresa y la ubicación. Si se trata de solo una persona y no se requieren préstamos, empezar podría tomar entre uno o dos meses. Si es una compañía más grande con empleados y se requiere de financiación de inicio, podría tomar hasta un año que la empresa empiece con sus actividades.
Durante la primera etapa, es importante investigar el mercado y el panorama competitivo, elaborar un plan de negocios y asegurar la financiación.
Los propietarios de negocios primerizos tendrán que comprender los pasos esenciales que deben seguir a medida que dan inicio a su nueva empresa.
- Investigar el mercado y el panorama competitivo. Averigua quiénes serían tus competidores principales y quiénes serían tus clientes ideales. Puedes investigar esto mediante entrevistas telefónicas o en persona, encuestas en línea o grupos de enfoque con clientes potenciales a fin de obtener sus comentarios. Considera preguntarles por qué compran un producto o servicio específico, qué es lo que les gusta o les disgusta acerca de los productos de la competencia y cuál es el precio que estarían dispuestos a pagar por lo que tu compañía planea ofrecer.
- Identificar lo que venderás. Ya sea que tengas planeado ofrecer un producto, servicio o ambas cosas, especifica lo que venderás y cómo harás que sea diferente de las ofertas de la competencia. Incluso si vas a vender productos o servicios idénticos, podrías distinguirte mediante tu ubicación, servicio al cliente o experiencia de compra.
- Elaborar un plan de negocios. Un plan de negocios es una hoja de ruta para el futuro de tu compañía y suele describir los objetivos del primer, tercer y quinto años de la empresa. Si necesitas que inversores externos te presten dinero para empezar, tendrán que revisar tu plan de negocios y los estados financieros antes de invertir.
- Establecer objetivos financieros. Debes ser específico acerca de cuánto dinero deberás invertir, tomar en préstamo, gastar y puede ser razonablemente generar durante tu primer año como empresa. Algunas empresas no son rentables durante los primeros años mientras crean su reputación y generan una base de clientes. Necesitarás un plan para cubrir los gastos durante ese periodo.
- Considerar una sociedad. Si no tienes los fondos ni la experiencia para lanzar una empresa por sus propios medios, considera asociarte con alguien que tenga habilidades complementarias o dinero para invertir. Una posible sociedad podría desarrollarse con el tiempo y compensar tus costos de inicio mediante financiación adicional de parte de un socio. Otra posibilidad es que el propietario de una compañía que desea vender la empresa en el futuro te contrate y ofrezca la oportunidad de adquirir la empresa mediante un proceso de compra gradual. En lugar de tener efectivo disponible para una venta inicial, es posible que el propietario te ofrezca una participación en el negocio a fin de que pases algunos años como empleado. Esto podría ser una solución adecuada para que un propietario que envejece realice la transición de la empresa y asegure el futuro de sus empleados, además de su propia jubilación.
- Asegurar la financiación. Desde obtener préstamos para pequeñas empresas hasta las campañas de financiación colectiva, existen muchas formas en que puedes recaudar dinero para empezar tu compañía.
- Crear tu empresa. Haz que sea oficial eligiendo un nombre comercial y creando tu entidad empresarial. Es posible que debas registrar tu empresa, obtener números de identificación tributaria federal y estatal, solicitar permisos o licencias; y es posible que debas solicitar el registro de marcas comerciales, derechos de autor o patentes. También puedes abrir una cuenta bancaria para gestionar el dinero de tu empresa.
- Contratar empleados. Si contratas empleados, tendrás que asegurarte de seguir las leyes estatales y federales en materia de empleo y aprender sobre cómo gestionar empleados. El sitio web del Departamento de Trabajo de la ciudad donde tienes tu negocio es un buen recurso para obtener más información sobre las leyes laborales.
- Crear tu base de clientes. Una vez que tu empresa esté funcionando, tendrás que enfocarte en crear tu base de clientes. Puedes hacer esto si proporcionas un servicio al cliente excelente, mediante ofertas especiales y brindas incentivos a los nuevos clientes. Una campaña de marketing también puede ayudar y podría ser algo tan sencillo como entregar cupones impresos u ofrecer incentivos como las ventas del tipo “2 × 1”.
- Comercializar tu producto o servicio. También es importante promocionar tu nueva empresa y generar conciencia de la misma, lo que puedes hacer si creas un sitio web, cuentas en redes sociales y realizas marketing en eventos industriales o de la comunidad. Si tienes un presupuesto, considera empezar una campaña de publicidad. Puedes hacer esto en línea, en periódicos locales o en cualquier otro lugar que consideres que tus clientes ideales verán la publicidad.
- Supervisar el flujo de efectivo. Prestar atención a la entrada y salida del efectivo (es decir el flujo de efectivo) es fundamental para gestionar una empresa. Con frecuencia, los gastos comerciales inesperados pueden hacer que los propietarios tengan dificultades en cuanto al flujo de efectivo lo que puede afectar su capacidad de pagar a proveedores y empleados.
Crecimiento
Si tu empresa alcanzó hitos importantes durante la etapa de inicio y alcanzó los objetivos de ventas, la misma puede empezar a explorar las oportunidades de crecimiento. Una vez que tu empresa haya establecido una base de clientes y sea conocida por un producto o servicio, puedes enfocarte en formas para hacer crecer tus ventas y operaciones.
Durante la etapa de crecimiento, tu empresa puede empezar a generar más dinero, cubrir las pérdidas, volverse rentable o aumentar la rentabilidad.
Si el producto servicio está teniendo éxito, podría ser el momento de buscar más financiación de parte de inversores para que puedas expandir tu empresa. Es posible que debas invertir en equipo, contratar más empleados para ampliar tus productos o servicios que tienen mejor rendimiento. También es posible que sea el momento de discontinuar o tratar de mejorar los productos o servicios que no se han vendido bien.
Durante la etapa de inicio, la mayor parte de la carga que significa hacer funcionar la empresa posiblemente haya sido tu responsabilidad como el propietario. Si tu empresa está creciendo, puedes contratar y capacitar a empleados que ayuden a gestionar las funciones diarias. Al contar con este personal, tendrás más tiempo para enfocarte en comercializar la empresa y gestionar a los demás.
También podría ser un buen momento para que te enfoques en invertir más dinero en el fondo para emergencias, como ayuda para pagar contratiempos inesperados o invertir en oportunidades futuras.
Madurez
Después de varios años como empresa, es posible que tu compañía alcance la etapa de madurez donde es más estable y rentable. Esta es la tercera etapa del ciclo de vida de una empresa.
Cuando empezaste tu empresa, posiblemente tenías un salario limitado. Ahora, como propietario, es probable que puedas empezar a cobrar un salario regular de la compañía.
Las empresas maduras deben tener un reconocimiento de marca sólido y una base de clientes segura o en crecimiento que le permita ampliar las líneas de productos hacia mercados nuevos o existentes.
En este punto, puedes depender de los empleados para gestionar las operaciones diarias mientras te enfocas en los objetivos a largo plazo.
Transición
La etapa de transición representa un periodo en el que la compañía debe afrontar el cambio. La transición puede ser algo positivo o negativo, y podría ser debido a muchos factores, incluyendo los siguientes:
- Disminución en las ventas
- Condiciones de mercado cambiantes que afectan a la empresa
- Un cambio en las preferencias de los clientes
- Una oportunidad de crecimiento rápido
- Una situación personal
Para algunas empresas, que un competidor más grande se mude en las cercanías o una menor preferencia por su producto o servicio podría resultar en una disminución en las ventas. Cuando te enfrentas a estas amenazas, debes averiguar cómo retener y atraer a los clientes.
La etapa de transición también puede ser un periodo de gran crecimiento. Una vez que tu empresa sea reconocida, es posible que tengas oportunidades para asociarte con compañías más grandes o con grupos de clientes. Antes de aceptar un pedido grande de una compañía más grande o de una cadena de tiendas nacional, asegúrate de que puedes cumplir con la demanda además de los otros pedidos que llegan. Cuando una compañía pequeña consigue un gran negocio al asegurar un pedido enorme, esta podría ser una oportunidad de crecimiento y para aumentar la concientización acerca de tu compañía. En cambio, si no puedes cumplir con la demanda, esto podría dañar tu reputación y a tu empresa.
Es posible que necesites fondos adicionales para invertir en personal de producción y ventas, pero podrían pasar meses antes de que obtengas los beneficios de las ventas. Gestionar estas salidas y entradas importantes de dinero puede ser un desafío que tendrás que abordar a fin de sobrevivir un periodo de rápido crecimiento.
Teniendo en cuenta tus objetivos a largo plazo, es posible que tengas que darte en crear planes tácticos de modo de guiar tus respuestas inmediatas durante una transición. Un plan táctico tendrá en cuenta las fortalezas y debilidades de tu empresa, junto con las amenazas externas y las oportunidades, y esto puede ayudarte a diseñar soluciones para los problemas o las oportunidades. Cada una de estas soluciones puede ayudarte alcanzar esos objetivos a largo plazo.
Sucesión
La etapa final del ciclo de vida de una empresa es cuando un propietario decide cerrar, vender o encontrar un sucesor que se haga cargo de la compañía.
Los criterios pueden decidir seguir adelante por una variedad de motivos. Es posible que quieras intentar algo nuevo, es posible que tu empresa esté en declive o puedes estar teniendo problemas personales o de salud. O bien, es posible que a tu empresa le esté yendo excelente y consideras que podrías obtener un precio excelente y después jubilarte.
Para los propietarios de pequeñas empresas, un sucesor suele ser un miembro de la familia, un amigo o un empleado actual, que desea hacerse cargo de la empresa y dirigirla. Sin embargo, también podrías tratar de vender tu empresa a un extraño.
También es posible que quieras vender toda la empresa a la persona, o retener una titularidad parcial y recibir ingresos de las ganancias de la empresa aunque ya no estés involucrado en las operaciones diarias. Algunos propietarios de negocios aceptan seguir trabajando y ayudar a capacitar al nuevo propietario durante la transición.
El proceso de venta puede variar dependiendo del tipo de empresa y donde está ubicada, pero suele involucrar varios pasos:
- Determinar el valor de la empresa. Evaluar el valor de la empresa en función de sus activos y ventas. El valor de una pequeña empresa podría ser varias veces el monto de sus ventas anuales, pero el valor puede variar dependiendo de los elementos específicos de la situación. Puedes contratar a un profesional o a una compañía para que te ayuden a determinar el valor de la empresa, si no estás seguro de lo que debes hacer. Busca a alguien que tenga experiencia en la evaluación de empresas similares y pueda usar esa experiencia para guiar la valoración. Si determinas el valor por ti mismo, revisa algunos de los pasos del proceso que tendrás que completar.
- Preparar tus documentos financieros. Los compradores potenciales querrán revisar tus registros comerciales, los estados financieros y las devoluciones tributarias a fin de obtener una mejor comprensión de la situación financiera y del historial de ventas de la empresa. Asegúrate de que todos tus documentos estén listos y sean precisos.
- Encontrar compradores potenciales. Es posible que puedas hacer que tu empresa realice ventas en línea o aparezca en publicaciones locales. También podrías trabajar con un corredor de negocios, un profesional que puede ayudar a poner en contacto a los vendedores con los posibles compradores a cambio de una parte del precio de venta.
- Obtener financiación en orden. Muchos compradores de empresas deben tomar un préstamo para comprar tu empresa. También es posible que debas prestar dinero al comprador al permitir que este te pague una parte del precio de venta, más intereses, con el tiempo. La financiación del vendedor puede ser importante ya que demuestra al comprador, y a otros prestamistas, que crees en el futuro de la empresa.
- Negociar los términos de la venta. Al igual que con muchas transacciones, debes esperar que el comprador negocie el precio de venta y los términos del contrato. Es posible que debas contratar profesionales que gestionaron ventas de pequeñas empresas con anterioridad, incluidos un contador y un abogado, para revisar todo antes de la venta final.
- Cerrar el trato. Una vez que se llegó a un acuerdo, es momento de que la venta sea oficial y de firmar los contratos legales que traspasan el control y la titularidad al comprador. Estos contratos pueden ser difíciles de elaborar y comprender, y tu abogado debería participar de este paso final.
Si no puedes encontrar un vendedor o no puedes obtener un precio lo suficientemente alto por tu empresa, es posible que quieras transferir la empresa a un miembro de la familia, un amigo o un empleado sin ningún costo. Podrías seguir reteniendo una titularidad parcial y tener ingresos provenientes de la empresa.
O bien, si la empresa ya está en declive y consideras que no va a sobrevivir por mucho más tiempo, es posible que deba cerrar por completo la empresa en lugar de venderla o transferirla.
Cerrar una empresa puede ser un proceso sencillo si la misma no tiene muchas deudas. Puedes vender los activos empresariales y finalizar los contratos, y es posible que debas presentar documentación ante el gobierno estatal o federal a fin de disolver la entidad comercial (si creaste una). Si no disuelves la entidad de forma oficial, es posible que debas continuar pagando las tarifas de presentación estatal o los impuestos.
Si no puedes pagar las deudas de la empresa, es posible que tengas que intentar llegar a un acuerdo con los acreedores para un pago en cuotas o que se conformen con un monto menor. La bancarrota también puede ser una opción dependiendo del monto de la deuda y de tu situación financiera personal y la de tu negocio.