Por ejemplo, si sabes cuánto dinero has ganado y gastado cada semana durante los últimos meses, sabrás cuánto puedes gastar si quieres contratar a un nuevo empleado.

La elaboración de un presupuesto es un proceso continuo y no un ejercicio puntual, porque los ingresos y los gastos de tu empresa pueden cambiar en cualquier momento. Revisa y reelabora tu presupuesto mensualmente, trimestralmente o después de que se produzcan cambios en tu negocio, como grandes gastos. Esto te ayudará a mantenerte en el camino para alcanzar tus metas.

Un presupuesto puede ayudarte a:

• Establece metas a corto y largo plazo para el crecimiento del negocio
• Haz un seguimiento de los ingresos, los gastos y el flujo de efectivo
• Recorta los costos para evitar un gasto excesivo
• Prepárate para las temporadas de mucho y poco trabajo
• Lleva un registro de las finanzas

 

¿Qué deberá contener un presupuesto?
Comprender estos componentes clave te ayudará a empezar a elaborar un presupuesto:

Ingresos – Es el monto real de dinero recibido a través de las actividades comerciales, incluida la venta de productos, las inversiones, los intereses de los ahorros, los dividendos y otras fuentes.

Gastos – Son todos los costos relacionados con el funcionamiento de una empresa, incluidos los costos directos (materiales o suministros), los gastos recurrentes (alquiler o electricidad), los activos a largo plazo que ayudarán a tu empresa durante años, pero que son más difíciles de vender (edificios o equipos), y los gastos financieros, como los pagos de préstamos o intereses. Los gastos pueden clasificarse en dos grupos:

• Gastos fijos, que se mantienen igual de mes a mes, como el alquiler, los salarios, los seguros y los servicios de contabilidad.
• Gastos flexibles, que cambian de un mes a otro, como los costos de los productos o servicios y el transporte.

 

Utilidades o ingresos – El monto que queda después de restar los ingresos de los gastos.

La clave para crear un presupuesto exitoso es agregar todas tus fuentes de ingresos durante un periodo de 12 meses, prever tus gastos para estimar tu utilidad (la diferencia entre tus ingresos y costos), y revisar frecuentemente tu presupuesto mediante un monitoreo mensual.

1. Aumenta tus ingresos. Para crear un presupuesto mensual, primero debes determinar cuánto dinero ganas enumerando las ventas, las inversiones y cualquier otra fuente de ingresos.
2. Calcula tus gastos. La mejor manera de hacerlo es hacer un seguimiento de lo que gastas en un mes. Divide tus gastos en costos fijos (los que no cambian de un mes a otro, como el alquiler, los salarios y los pagos de seguros) y gastos flexibles (costos que cambian, como las materias primas y las comisiones). Es importante ser lo más preciso posible, ya que los gastos pueden variar mucho de un mes a otro.
3. Calcula la diferencia. Una vez que hayas sumado los ingresos y los gastos estimados, resta el total de gastos del total de ingresos para obtener la diferencia. Es un paso sencillo que puede revelar la utilidad que podrías obtener. Si el resultado es un número positivo, enhorabuena: deberías estar en camino de obtener una utilidad. Si el resultado es un número negativo, tus gastos son mayores que tus ingresos. Deberás reducir tus gastos o aumentar los ingresos (o, mejor aún, hacer ambas cosas) para obtener utilidad.
4. Hazle seguimiento. Crear un presupuesto es solo el primer paso. Es importante que sigas haciendo un seguimiento de tus ingresos y gastos para asegurarte de que te ciñes a tus metas. Si te resulta difícil ajustarte al presupuesto que has creado, recuerda que te llevará tiempo y ajustes continuos encontrar el equilibrio adecuado. El éxito también variará según el mes. Durante los meses en los que tu negocio es lento, deberás reducir tus gastos flexibles. Puedes volver a ajustar tu presupuesto durante los meses más rentables.